Todos los días es el día del trabajador...y del consumidor

Tengo que admitirlo. No llego a postear todo lo que escribo por falta de tiempo y porque el Canguro no para. El dia del trabajador no pude publicar la entrada que tenía preparada pero ahora con un poco mas tiempo lo hago. ¿por qué? Porque no pierde vigencia y porque todos los días es el día del trabajador.
Nada. En plan serio pero no erudito tengo un par de cosas que decir.

En estos últimos días nos hemos desayunado con dos noticias lamentables, entre muchas, en torno al mundo del trabajo.  Una semana antes del día del trabajador, 409 trabajadores murieron y más de cien desaparecieron como consecuencia del derrumbe del edificio en que trabajaban  explotados en Bangladesh[1]. Más tarde se supo que grandes empresas textiles internacionales encargaban sus trabajos a este taller pero, curiosamente, los medios de comunicación no han querido incidir mucho en este aspecto… (a día de hoy se sabe que El Corte Inglés, Primark, etc. eran clientes de este proveedor)[2].
Por otro lado, el jueves anterior se conoció la Encuesta de Población Activa para el primer trimestre del año en que supimos que 6,2 millones de personas se encuentran desempleadas, una cifra record en la historia del Reino de España[3].
Bangladesh es uno de los países que viene creciendo a una media del 6% anual[4] en los últimos diez años, una envidiable performance comparado con los tristes datos europeos. Por otra parte,  es un país que parece  no preocupar a los organismos internaciones ni suele salir mucho en la prensa europea excepto cuando salta un caso como este.
 Los medios de comunicación parecen estar demasiados ocupados con la crisis europea como para ver dónde están los verdaderos problemas ( ¿o será que soy un canguro eurocentrista?).
En cualquier caso, hace ya varios siglos Adam Smith descubrió que una de las bases de la riqueza de las naciones era la división del trabajo. Todavía recordamos los estudiantes de economía el famoso ejemplo de la fábrica de  alfileres[5] en el que básicamente nos venía a decir que un grupo de trabajadores cooperando entre sí era más productivo que trabajando en solitario.

En definitiva, la obra de Adam Smith es una apología del trabajo en equipo y la cooperación. Dos conceptos muy bonitos en el papel y del que Smith se sentía muy orgulloso.
Pero no solo eso. El trabajo es además la medida de todas cosas: ¿de qué sirve una gran fortuna si no es para apropiarse del trabajo ajeno en forma de cosas que consumimos en nuestro día a día? La riqueza existe en la medida en que funciona como forma de apropiación del trabajo ajeno. Es lo que hacemos cuando nos compramos ropa o contratamos a un electricista para que venga a casa (y de forma inversa, cuando vamos a trabajar).  

“En todas las sociedades avanzadas el agricultor es solo agricultor y el industrial solo industrial. Además, la tarea requerida para producir toda una manufactura es casi siempre dividida entre un gran número de manos.” (P.35-36)

¡Cuánto han cambiado las cosas! Los que hayan leído Arte y economía sabrán que las economías avanzadas se dedican a crear marcas y no objetos. Naomí Klein no los cuenta magníficamente en su célebre libro No logo. No redundaré en las mismas ideas. Ya las conocemos y tampoco sería justo sacar a Adam Smith de contexto pero estoy seguro de que estaría jodidísimo de saber que sus ideas liberales  han servido para justificar un tipo de capitalismo que se dice liberal pero que aprovecha el retraso en las legislaciones laborales  de otros países para hacer de la globalización algo de lo que no podemos estar orgullosos.
Y si no pregúntenle  a los trabajadores de la fábrica de Bangladesh.
Ah, no. Están todos muertos…
Europa está jodida. Sí. Pero en países como Bangladesh la gente no tiene vacaciones y solo viven para trabajar en unas condiciones que deberían avergonzar a cualquier europeo como consumidor de grandes marcas y como principal cliente de estos proveedores tercermundistas y explotadores.
Disculpen mi tono. Pero cada día del trabajo en vez de salir con pancartas pidiendo más derechos laborales para los amigos de turno deberíamos reflexionar sobre el tipo de consumo irresponsable que lleva a muchísimas personas en el mundo a morir por un pedazo de pan.






[2] En aquellos días, curiosamente, aparecieron unas loas a esta empresa en el periódico ABC. ¿qué tul? http://www.eldiario.es/rastreador/paraiso-Corte-Ingles-pregunten-Bangladesh_6_127097305.html
[5] Smith, Adam (2011): La riqueza de las naciones. Alianza editorial.

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