Este verano
me da algo. Llega el calor y el blog se queda vacío de contenido. ¡Es horrible!
Ojalá pudiera decir cosas interesantes todo el tiempo. Lo siento. No es
posible. Prefiero guardarme a silencio si corro el riesgo de meter la pata.
Entre el calor, la playa y el aplatanamiento
general que me da, mis neuronas se atascan. Lo siento, rindo más con un poco de
fresquito.
Sin
embargo, no crean que no he estado filosofando. Sigo, sigo y sigo. Me quedan
pendientes algunos temas en torno al universo que publicaremos el mes que viene
cuando tenga pulido este asunto y además hablaremos de la argumentación y de
sus usos en la ciencia.
Este aspecto
me interesa bastante aunque debo admitir que soy novato. Los usos de la lógica
informal tienen más sentido común de lo que creen y nos pueden servir para
dirimir cuestiones importantes sin ser expertos. De eso también hablaremos el
mes que viene.
Y como el
tema me apasiona, más miedo me da meter la pata.
¡Qué pena arruinar un tema interesante
con un par de reflexiones sin sentido! Es
como usar mis mejores crayones y mi mejor papel para hacer un ecce homo de mala
calidad.
En fin, la
materia prima está, espero, aunque sea, entender mejor este maravilloso y
espantoso mundo en el que vivimos.
Mientras
tanto, los dejo que disfruten, los que puedan, de un buen vermuth fresquito y
unas olivas, de las gordas que vienen con un poco de pimentón.
Son mis
preferidas.