Gatos, losers y una fiesta de cumpleaños: balance de estos dos años


Estaba claro que hoy era un día especial. El sol en lo alto gobernando la escena. El viento que golpeaba las persianas brillaba por su ausencia y al canguro ya no se le congelaban las orejas cada vez que asomaba su hocico fuera de su guarida.
Pero el día era más especial porque hoy fue el día que me dí cuenta que el pasado 23 F el blog del Canguro Filósofo cumplió dos años.
Está claro que no soy muy amigo de las fechas y las efemérides pero hoy revisando el blog me di cuenta de ese hecho.
  Y yo tan pancho siguiendo con mi diminuta vida y desperdiciando tan señalada fecha para decir algunas chorradas. Pues, este es el momento.
 Muchas cosas han pasado en tan poco tiempo. No me detendré a recordar cada post. Tampoco tengo el ego tan desarrollado pero supongo que mis lectores valorarán que haya decidido  abandonar mis ladrillos académicos por una escritura un poco más ligera y de divulgación.
 He visto mi Google Analytics y el tiempo medio de permanencia en los artículos era de segundos. Por Dios, lo entiendo perfectamente. No podemos desperdiciar nuestro escaso tiempo en disertaciones de canguros adictos al vermuth con verborragia bloguera. Suena a pesadilla.
 En todo este tiempo, me he dedicado a hablar sobre todo de economía. Aunque son muchos los temas que se han tocado desde una óptica filosófica.
Un loser y un gato. La metáfora perfecta de este blog. Por cierto, la última película de los Hermanos Coen, genial.

 Y después de dos años de blogueo constante he llegado a algunas conclusiones:
·         Mientras más trabajo dediques a un post, menos audiencia tendrá.
·         La máxima contraria también es cierta: los artículos más ligeros suelen tener más éxito.
·         Nadie lee ladrillos académicos por placer y menos en pantalla.
·         Si no hablas de moda no tienes nada que hacer en el mundo del blogueo. Hablar de ciencia y economía, a menos que ya tengas un prestigio anterior, no tiene audiencia.
·          En Facebook no encuentro el feedback que veo en otras redes sociales como Linkedin.
No me extenderé mucho más. Solo decirles que, como soy un canguro sin prestigio ni pedigrí  puedo gozar de una libertad considerable.
 No tengo jefes ni me pagan los grupos de poder. Mi único jefe soy yo y... chicos, les puedo asegurar que tener un jefe como yo, tan molón y vividor, es lo mejor que les puede pasar.
  Pero…cuando hablo de libertad… no solo me refiero a mis olivas y a mi vermuth si no a que puedo darme el lujo de hablar de temas peregrinos  sin ninguna culpa.
En concreto, he decidido que seguiremos hablando de información, de economía, de datos con tono filosófico pero sin pretensiones de grandeza (no soy un canguro imperialista ni quiero conquistar el mundo).
Solo apelo a poder vivir dentro de un equilibrio emocional suficiente que me permita disfrutar de mis vermuths a pesar de la situación de caos en la que vive este hermoso mundo contemporáneo.  
 Y, teniendo en cuenta la audiencia de este blog, gracias a los cuatro gatos que me leen.
Ahora mismo me voy a la ventana a ver el sol que ya calienta y a imaginar que el viento ya no existe.

Un saludo y nos vemos pronto.