El cisne negro para dummies: conocimiento, riesgo e incertidumbre (2)

Reino Unido sale de Europa. Para algunos, el cisne negro del año 2016.
Segunda parte de este diálogo entre un tonto profesional y el Canguro, a propósito del libro de Taleb, El cisne negro.
Si te perdiste la primera parte, puedes leerla acá

¿Me estás diciendo que los expertos no existen?

Más que no existir, él los equipara al común de la gente. ¿Sabe más un catedrático de economía y finanzas que un taxista a la hora de predecir? No hay estudios  ni evidencia empírica que avalen las predicciones de los expertos. Y su nivel de acierto es tan errático como lo puede ser el de un taxista. En economía esto es evidente. Ser consumidor en el sistema capitalista implica tener conocimiento más que básico acerca de cómo funciona la economía. O, por lo menos determinados aspectos, de la misma. Tenemos autoridad moral para ver qué está mal. ¿Por qué alguien que solo ha ido a la universidad puede saber más que yo sobre qué pasará en el futuro?

O sea que una persona que se ha formado, ha ido a la universidad, se mantiene informado ¿no tiene más herramientas para entender o predecir el mundo?

¡Todo lo contrario! Taleb plantea que justamente es el exceso de información lo que nos vuelve ciegos ante el conocimiento y cita la metáfora de la biblioteca de Umberto Eco. La biblioteca vale más por lo que NO tiene que por los libros que hay allí. Ser consciente de nuestra ignorancia es fundamental. Justamente, sufrimos de un sesgo. El sesgo de la confirmación. Usamos la información que tenemos para confirmar nuestras convicciones. No falsamos nunca el conocimiento en nuestra vida cotidiana. Eso explica que, ante un mismo hecho, los votantes de Podemos, el PP o Ciudadanos hagan interpretaciones distintas. Tenemos información incompleta y sacamos conclusiones que pueden estar equivocadas. Taleb se basa en muchos experimentos realizados por psicólogos como Daniel Kahneman que se encargan de estudiar el comportamiento con la mínima teorización posible.

¿Me estás diciendo que el libro es un canto a la ignorancia?

De alguna manera, es así. Parece interesante replantear qué rol está jugando la universidad en el proceso de crear conocimiento. Este es un aspecto poco debatido en profundidad.

Tal como nos recomienda Piketty, en vez de estudiar y esforzarme, ¿debo buscarme a alguien que me mantenga?

Taleb, como estudioso de la incertidumbre otorga una gran importancia al azar. El azar no se puede explicar y está más ligado a la suerte que a otra cosa. Ya por el mismo hecho de estar vivos y debatiendo estos temas somos suertudos desde el punto de vista evolutivo. Por eso, sí.
Si puedes, busca a alguien que te mantenga. No serás más sabio por pasar por la universidad. De alguna manera, el peor pecado es tomarse demasiado en serio el propio conocimiento.

Ok. Me queda claro. El conocimiento no me da herramientas ni para entender el pasado ni para predecir el futuro. Entonces, ¿a qué puedo agarrarme? ¿qué puedo aprender de un evento de Cisne Negro?

Puedes aprender muchas cosas. Por ejemplo, qué está mal y qué es equivocado. En efecto, solemos estar más seguros de lo que está mal hecho que de lo que está bien. Aprovechemos ese conocimiento. Taleb, en esta línea, es un defensor de Karl Popper que abogaba por la duda eterna. Nunca se puede probar la veracidad de un hecho, solo falsarlo. En vez de perder el tiempo intentando predecir un suceso centrémonos en estar mentalmente preparados para lo inesperado. Por otra parte, aboga por una interpretación fractal de la incertidumbre…

Espera. Espera. Me estás liando. ¿Interpretación fractal de la incertidumbre? ¿De qué estás hablando? Explícamelo fácil que soy muy básico.

Taleb, basándose en los estudios de Mandelbrot, critica la Ley de los grandes números, es decir, la distribución gaussiana de los eventos. No te lío pero la norma entre los estadísticos es asumir que la distribución de una serie de datos tiene la forma de la campana de Gauss, esto quiere decir que cuanto más elementos haya en una muestra más cerca estarán de la media. Los eventos son regulares y las desviaciones de la media son mínimas. Mandelbrot, que era un estudioso de las cuestiones bursátiles, se dio cuenta de que a menudo hay eventos de baja probabilidad, corridas bancarias, quiebres de grandes empresas, que pueden tener efectos devastadores.


Vale… ¿y qué tiene que ver todo esto con los fractales?

Taleb (y Mandelbrot) piensan que la geometría tradicional no explica el mundo en el que vivimos: ¿Quién ha visto triángulos en la selva? ¿Rectángulos en una granja o redondeles perfectos caminado por el parque? La geometría es un invento del hombre y la naturaleza sigue un modelo en el que  una parte de un objeto tiene la forma del objeto entero. Así hasta el infinito. Sería como ver que una línea de una hoja de árbol se parece a la forma de una rama y a la del árbol entero. A diferentes escalas, la estructura del objeto se repite…

Espera. Espera. ¿Qué tiene que ver todo esto con la vida cotidiana?

¡Mucho! Si no conocemos la naturaleza de los eventos que afectan nuestra vida cotidiana, no podemos estar preparados cuando ocurren sucesos inesperados.

¿Y en el plano práctico? ¿Debo buscarme un buen partido, jugar a la lotería o ponerme a trabajar?

Taleb resulta un poco contradictorio. De alguna manera, la incertidumbre tiene que ver con la información incompleta. Por eso la suerte juega un papel importante en el mundo del azar pero él aboga por que la suerte te pille haciendo algo interesante. No dependas de las predicciones de terceros. Sé un poco conservador y un poco arriesgado. No pongas todos los huevos en la misma canasta. Trata de prepararte para las consecuencias de los sucesos inesperados y no pierdas tiempo intentando calcular su probabilidad de que ocurra. O sea, sé arriesgado cuando las consecuencias de que ocurra un Cisne Negro sean positivas y sé conservador cuando sus efectos sean negativos. En criollo, no dependas del humor del mercado. No dependas de la personalidad de un jefe. Ni de los caprichos de una pareja neurótica.  Esa es la clave de la incertidumbre.
Todos sus consejos son de Perogrullo y en esto echo en falta unas palabras para aquellos que a lo mejor no pueden elegir. Aquellos que dependen de un trabajo, un ingreso, una mujer o un marido. Aquellos que tienen todos los huevos puestos en la misma canasta y no son capaces de diversificar porque de alguna manera no son libres. Taleb se olvida de ellos o simplemente no los menciona.

¿Y por qué cinco años después de su publicación, debo prestar atención a esta obra?

Porque seguimos viviendo en la incertidumbre y queriendo controlar el conocimiento. Taleb nos enseña a vivir en la incertidumbre sin morir en el intento de querer saber el futuro que por cierto… ¿nos interesa?

No. Está claro que no me interesa saber si mi mujer me meterá los cuernos o si padeceré una enfermedad incurable. Saber el futuro es inquietante. Pero leer unas palabras sobre el azar puede ser interesante.

En efecto, ningún ensayo es perfecto pero te detallo algunos fallos que, sin embargo, no desmerecen la obra:

  1.        La organización de los capítulos es caótica. El libro está plagado de anécdotas entretenidas con el fin de esbozar una idea que se repite a lo largo del libro.
  2.          Se desprende de lo anterior: sobran páginas. Da la sensación de que el autor se vio obligado a engrosar el libro. Se pueden explicar sus cuatro conceptos con la mitad de páginas.
  3.          Tiene un estilo excesivamente coloquial. A mí me gusta pero hay quien le pueda resultar chocante.
  4.            Sus enemigos podrían alegar que tiene un gran ego a raíz de los constantes comentarios autorreferenciales que hace a lo largo del libro. A mí me da igual. Ya sé que los escritores y los académicos tienen grandes egos. Mientras digan algo que aporte al conocimiento, no me importa.
  5.          Su explicación de los fractales no es muy didáctica. Si eres lego, debes consultar otras obras.

Vale. Me has convencido. Me pongo a ello.

Para cerrar, te dejo algunas perlitas del cisne negro. Grandes frases.



Y esta es una de mis preferidas. No te olvides. Gane quien gane el domingo las elecciones. No entregues tu alma a nadie. Nadie se merece nuestra admiración absoluta.
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     La suerte es mucho más igualitaria que la inteligencia. Si la gente fuera recompensada solamente por sus capacidades, seguiría siendo injusto. La gente no elige sus habilidades. El azar tiene un efecto beneficioso de barajar de nuevo las cartas, golpeando al poderoso. (p.222)


 ACTUALIZACIÓN: REINO UNIDO SALE DE EUROPA Y DIMITE CAMERON. Dicen que ningún sondeo lo previó pero yo no hablaría claramente de un Cisne Negro. A lo mejor para algunos, pero bien sabemos que cuando el margen entre las dos opciones es tan ajustado puede ocurrir cualquier cosa. 
Y ahora viene lo mejor: cuando salen todos los "canta mañanas" como ranas después de la lluvia a explicarnos las razones de su salida. 
Ahora empieza lo más divertido: la narrativa. 


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