Hacía tiempo que tenía ganas de hablarles de un personaje bastante peculiar
del mundillo académico de los economistas.
Y resulta que hoy es el día de la mujer y me parece perfecto rendirle un
pequeño homenaje contando su historia.
Se trata de Dreidre Mc Closkey. Una economista a la que estudié con
relativa profundidad cuando llegué a una de sus obras más conocidas
The
rethoric of economics, un libro pequeño y rompedor a cerca de la práctica
de los economistas y del uso de la retórica para imponer teorías económicas con
persuasión. Ya he hablado de la retórica en economía en
La retórica y la crisis económica (un ladrillo que hay que leer con calma) Pero
cuando escribió ese libro, todavía se llamaba Donald y era un economista
brillante, representante de la escuela de Chicago que destrozó a la profesión
con frases como : “Lo que distingue a los buenos economistas de los malos es
solamente el grado de sofisticación en el lenguaje que usan”. Vamos, que la
economía es pura blableta.
Una crack de la estadística, de la matemática y de la economía más abstracta
tuvo todos mis respetos para destrozar la ciencia económica. No era un
cantamañanas. Pero todo cambió en su
vida en 1995 cuando se sometió a una
operación de cambio de sexo y continuó dedicándose a temas económicos con una
mirada más crítica.
Pero no solo eso, es una economista de las que me gustan: critica la economía
desde la filosofía, desde la cultura, desde la historia, desde la ética. Es una
mujer más propia del renacimiento que del mundo actual que premia la hiper especialización.
En sus palabras: “Soy una economista pero también doy clases y escribo sobre
historia, comunicación, filosofía, estudios culturales”
.
Uno de los aspectos más interesantes, son sus estudios históricos acerca
del capitalismo y la economía de mercado.
Burgois
Dignity: why economics can’t explain the modern world es uno de los libros
que tengo apuntado para leer pero la premisa me parece más que atrayente. ¿La
riqueza de las naciones se debe a la innovación
o a la retórica de una serie de conductas éticas, como puede ser la idea
de la propiedad privada, el libre cambio, etc. por parte de una clase media que decidió
llevar a cabo la revolución industrial? Visto de otra forma: ¿Pueden
los prejuicios lastrar el crecimiento económico de un país?
|
Fue mi libro de cabecera por mucho tiempo. |
Esta forma de imbricar cuestiones éticas e históricas dentro de la esfera económica
me parece mucho más que interesante. Abre la puerta a que los economistas no sean
meros analistas de datos.
Es demasiado grande la bibliografía de esta economista pero no podemos
dejar de mencionar una de sus obras más valientes:
Crossing: a memoir.
Una autobiografía contada en tercera en
donde ahonda en esa idea de tomar una decisión drástica en la vida: mudarse
de país, cambiar de profesión o… cambiar de género. Este viaje desde Donald a
Dreidre es el que relata en esta obra que no ha opacado en lo más mínimo sus éxitos
académicos. Sabemos por las numerosas entrevistas que ha dado que ha pagado un
precio muy alto por su decisión. Sus dos hijos no le hablan y no conoce a sus
nietos, situación que, según relata ella misma, es como un puñal en el pecho.
Personajes como Dreidre Mc Closkey elevan la profesión y me hacen pensar
que los economistas no son una raza echada a perder. Hay gente valiente e
interesante.
Y sí, son economistas.
Etiquetas: Dreidre Mc Cluskey, mujer, retórica